Blog de psicología en Palma de Mallorca
La ansiedad y los pensamientos sobre el futuro están estrechamente relacionados. Nuestro cerebro predice un posible futuro con resultados negativos, a los que el cuerpo y la mente reaccionan con estrés y ansiedad, incluso si no hay peligro en su entorno inmediato.
Estas son solo posibilidades en tu imaginación y generalmente son poco probables, aunque esto no evita el sufrimiento.
La ansiedad es muy útil como respuesta a la protección del cuerpo del peligro. Haciendo el ejercicio en la imaginación, podemos viajar a tiempos lejanos, donde los ataques de bestias o miembros de otra tribu estaban a la orden del día. El pensar con anticipación y la respuesta ansiosa preparan el cuerpo y la mente para la lucha (o escapar si es necesario), lo cual es una ventaja evolutiva, que permite la supervivencia y la descendencia, preservando así tus genes de ansiedad.
Claramente, en el mundo actual, es poco probable que encontremos un león suelto, pero la ansiedad permanece impresa en cada uno de nosotros. Nuestro cerebro juega con nosotros, nos hace responder con ansiedad a un pensamiento que solo implica peligro en nuestra imaginación. La mente crea su propia versión de la realidad y reacciona en consecuencia. Si los pensamientos son negativos, el mundo que da forma al cerebro será negativo.
Ansiedad y futuro
Nos encanta la incertidumbre en muchos aspectos de nuestra vida, disfrutamos viendo un partido de fútbol o una película sin saber cómo terminará. Pero en nuestra vida personal no queremos sorpresas, queremos que todo esté conectado y sea predecible.
Cuando algo está fuera de nuestro control, surge la ansiedad. La realidad es incierta, si pides certeza, solo encontrarás ansiedad..
Una gran parte del problema de los trastornos de ansiedad es que la mente está constantemente anclada en el futuro, anticipando posibilidades, en lugar de permanecer en el momento presente. Y la mayoría de las veces, el futuro se ve con pesimismo: «¿Cómo será la reunión de mañana?», «Seguro que la presentación será un desastre», «Seguro que me reiré».
Intenta analizar tus pensamientos. ¿Qué te están diciendo? ¿Están tratando de predecir el futuro y enfocarse en oportunidades negativas? luego, amablemente, deja esos pensamientos a un lado Son solo eso, piensa. No te definen, ni tienes que aceptarlos ni prestarles atención, y en su mayoría son el resultado de tus hábitos internos.
No somos nuestros pensamientos
Nos inclinamos a creer que nuestros pensamientos son verdades absolutas, «No tendré éxito», «Nadie me ama», «No tendré éxito», pero te revelaré un secreto a voces, no tienes que creer todos tus pensamientos, hay muchas distorsiones cognitivas. Es nuestro cerebro diseñado Trabajar día y noche, intentando solucionar cualquier problema que pueda surgir. Las cosas van mal cuando no hay ningún problema que resolver, el problema lo crea nuestro propio cerebro.
Hagamos una prueba sencilla. Trate de pasar un minuto, un minuto sin pensar en nada.
¿Cómo está yendo? Apuesto a que antes de 15 segundos pensaste que tenías que lavar los platos, poner gasolina o lo que sea.
El problema es ese no es facil tratar de calmar nuestra mente, y menos teniendo en cuenta el ritmo frenético del mundo en el que vivimos.
Deja de pensar
Es común que las personas que sufren de ansiedad intenten detener y eliminar sus pensamientos ansiosos. La explicación es correcta: Si dejo de pensar en el futuro, dejaré de tener ansiedad.. Lo que suele fallar es el método. Cuanto más trates de no pensar en algo, más difícil será que ese pensamiento te caiga en la cabeza. Es como intentar apagar un fuego con gasolina.
Hagamos otra prueba, trate de no pensar en el «elefante rosa» durante 10 segundos. Prueba.
No es tan fácil estar en el presente, tratar de dirigir tus pensamientos o dejar de pensar en algo. Afortunadamente, es algo que se puede entrenar.
Consejos para aprender a estar en el momento presente
Una muy buena opción es practicar técnicas de relajación. Aprender este tipo de técnicas puede ayudarlo a reducir sus niveles de ansiedad y mantener sus pensamientos en el momento presente. Algunas técnicas que pueden ayudar:
- Respiración diafragmática: aunque no nos demos cuenta, la forma en que respiramos es clave para definir el estado de nuestra mente y cuerpo. La dificultad para respirar no solo es un síntoma de ansiedad, sino que este tipo de respiración puede causar ansiedad en sí misma. Cuando un nuevo paciente llega a mi consulta con ansiedad, en las primeras sesiones siempre pongo especial énfasis en aprender ejercicios de respiración. Estos ejercicios ayudan a calmar su mente y su cuerpo.
- Relajación muscular progresiva: la ansiedad conduce a una tensión involuntaria en la mayor parte del cuerpo. Por lo tanto, la relajación muscular se utiliza para aprender a relajar los músculos principales del cuerpo uno a uno, y en el camino al enfocarse en el estado de su cuerpo, su mente se enfoca en el presente y deja de pensar en el futuro.
- El cuidado también se llama atención plena: las técnicas de atención plena intentan cosechar todos los beneficios de la meditación oriental (como la que se incluye en el budismo), pero dejando de lado la religión y la espiritualidad. Sus beneficios han sido científicamente probados y actualmente los psicólogos los utilizan en el mundo occidental en sus terapias para tratar la ansiedad y la depresión. Estas técnicas se enfocan en ser plenamente consciente de los pensamientos, sentimientos y emociones, sin apegarse a ellos ni condenarlos.
¿Cuáles deberías usar? Cada técnica tiene características diferentes y no siempre funciona igual para todas las personas. Por ejemplo, es común que algunas personas con ataques de ansiedad desarrollen pensamientos negativos sobre la respiración («No puedo respirar, la próxima expiración será la última») y prefieren usar una proporción de músculos. Pruebe los 3 y decida usted mismo cuál le conviene más.
Terapia de conducta cognitiva
Si tiene problemas de ansiedad y no puede permanecer en el presente, un psicólogo de la ansiedad puede ayudarlo. La terapia cognitivo-conductual puede ayudarlo a reconocer y cambiar hábitos y pensamientos que contribuyen a su ansiedad.
La terapia cognitivo-conductual se basa en el concepto de que los pensamientos, sentimientos, sensaciones físicas y comportamientos están interconectados y que los pensamientos y comportamientos negativos pueden atraparlo en un círculo vicioso.
El vive en el momento presente
Pensar en el futuro no es malo, es más, es bueno planificar para lograr metas, es malo estar constantemente en el futuro . No luches con tus pensamientos negativos, aprende a dejarlos ir.
Con demasiada frecuencia estamos tan atrapados en el estrés y las preocupaciones que nos olvidamos de vivir. Trate de mantener el equilibrio. Recuerda vivir cada momento, dejarlo ir y disfrutar el momento siguiente. Vive en el presente.
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